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Las hamburguesas el ícono de la comida chatarra.
Un título que se han ganado a puro pulso
gracias su poco aporte proteico y a su
abundante carga calórica. Sin embargo, al compararla con
otro tipo de platillo,
como un pollo a la brasa, parecería que ambos son igual de dañinos para la
salud, si son consumidos en exceso.
Pese a ello, nuestro popular pollo a la brasa estaría excluido del polémico
impuesto que acaba de
proponer el ministerio de salud. ¿Razón? Según el
viceministro de Salud, Enrique Jacoby,” los
productos naturales enteros, como
el pollo no sufren modificaciones exageradas, ni son
ultraprocesados, ni
emulsificados, ni producido con aditivos abundantes”.
Ello nos hace pensar en una nueva pregunta: ¿Qué considera el Ministerio de
Salud como
comida
chatarra y qué productos estarán sujetos a este impuesto?
QUÉ SÍ Y QUÉ NO
Según un documento de la Organización panamericana de la salud, son considerados alimentos
chatarra aquellos productos que en 100 gr no excedan los
5 gr de azúcar, 1.5 gr de grasa
saturadas o 30 miligramos de sodio. Además de
ello no deben poseer grasas trans. Ello infiere
que no deben ser sometidos a
ultraprocesos, emulsificaciones, ni elaborados con abundantes
colorantes ni
aditivos”.
Los productos más cuestionados son los snacks, las gaseosas y los jugos con
colorantes, que sí
o sí estarán sujetos a este popular impuesto ¿Qué pasará con
las hamburguesas? En principio el
Ministerio de Salud informó que recogerá
muestras de los productos que se ofrezcan en
restaurantes y fast food , para
después de un análisis saber si califican como saludables o no.
Del mismo modo, el viceministro señaló que otros productos como los
cereales, leche, pescado,
carnes, huevos y semillas también estarán exentos de
esta medida. “Los picarones o el suspiro a
la limeña consumidos en exceso
también son dañinos pero a ellos no se le aplicará ningún
impuesto porque no
califican. Sabemos de qué están hechos”, comentó.
“En el caso de estos platillos solo vamos a sugerir que consumidos de forma
continua y
desmedida también resultan peligrosos para la salud. Sin embargo,
hay una gran diferencia entre
unos y otros: la comida chatarra es una especie
de Frankenstein, una cosa inventada, que se
elabora con diferentes productos
artificiales, saborizantes y resaltadores de sabor. Si nos
preguntamos de qué
están hechos no sabríamos qué responder”.
PRIMERA PARTE DE LA CAMPAÑA
Jacoby resalta que el impuesto por sí solo no acabará con el problema de obesidad pero ayudará
a disminuir el consumo de estos productos indeseables.
“Esto irá acompañada de una serie
medidas para promover la actividad física y
una correcta alimentación”, comentó.
Según señaló la propuesta será estudiada por un grupo de congresistas para
ver su factibilidad
y
a partir de ahí empezar una iniciativa legislativa, que
deberá pasar por el Congreso o será sujeta a
un debate público entre las partes
interesadas.
ROGRISALUD
Manifiesta que esta campaña no funcionara, ya que la obesidad no solo
depende de temas
económicos. La obesidad no respeta condiciones económicas,
raza, color ni sexo. La manera
adecuada de palear el problema de obesidad es
educando a los niños desde casa y en todos los
colegios del Perú.
Logrando así sensibilizar y concientizar a los niños de los efectos que puedan
ocasionar los
alimentos en su salud.
Señores no copiemos leyes de otros países. Acaso no existe la capacidad de
hacer un buen
diagnostico y lanzar una alternativa de solución que lleve a palear
el problema desde raíz.
Rogrisalud tiene 2 años y tantos en la labor de enseñar ¿qué comer?, ¿cuánto
come?, ¿cómo
comer? y ¿porque comer?, en este corto tiempo hemos cambiado la
vida de muchas personas con
educación alimentaria. Por lo que estamos convencidos
que al ministerio de salud en
coordinación con el ministerio de educación y
congresistas les falta implantar una ley
sobre
educación alimentaria en todos los centros educativos.
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